Innovar y buscar nuevos nichos de mercado es uno de los retos a los que se enfrentan los medios de comunicación desde su digitalización y tras la irrupción de nuevas vías de acceso a la información, como pueden ser las redes sociales.
En este camino de búsqueda, la gamificación y los newsgames pueden ser una alternativa con mucho potencial para atraer y retener nuevas audiencias, sobre todo de los sectores más jóvenes, como ya vimos con las redes sociales como Tik Tok.
Pero, ¿es posible unir juego con información?
La profesora de Periodismo de la Universidad Miguel Hernández de Elche Alba García, experta en la materia, asegura en este podcast que se han realizado diferentes estudios analizando precisamente este punto y, efectivamente, sí es viable.
“Estamos acostumbrados a consumir información a través de imagen, palabras, vídeo o audio pero la gamificación ofrece un nivel informativo añadido más: la interacción entre el usuario y el contenido”, defiende.
Y es que, según explica, “muchos estudios han demostrado que es mucho más fácil que el usuario recuerda el contenido y siga interesándose por un tema cuando participa de forma activa en algo.
¿En qué consiste la gamificación informativa?
Se trata de una técnica que desde hace varias décadas se utiliza en otros ámbitos como el marketing o en la educación pero que desde hace unos años está ganado terreno también en el mundo periodístico como herramienta para comunicar.
20Minutos, por ejemplo, lleva varios años publicando en su plataforma digital videojuegos interactivos creados por estudiantes de la universidad Francisco de Vitoria de Madrid, a través de los que narra noticias de actualidad.
El último ejemplo es la publicación de un newsgame sobre los mosquitos tigre basándose en la información que publicó el diario acerca de esta plaga veraniega para crear conciencia sobre la trasmisión de enfermedades que provoca y cómo combatirlos.
No obstante, hay que diferenciar entre gamificación de la información y newsgame.
La primera es una técnica que modifica las narraciones de noticias tradicionales.
Trata de contar una historia informativa mediante, por ejemplo, retos que el lector debe de superar para seguir avanzando en ella o asumiendo un rol dentro de la misma con el que interactuar con otros personajes de la noticia para ir descubriendo qué está pasando.
Es contar una noticia de forma lúdica sin llegar a convertirse en un juego en sí. Herramientas como Kahoot o Gametize pueden ser de gran utilidad para crearlos.
Los newsgames tienen un formato más de videojuego completo, en el que incluso puedes perder o ganar, algo que no ocurre con la gamificación que simplemente te guía para descubrir una noticia.
Ambas son herramientas potentes para, por ejemplo, informar de un evento de actualidad, fomentar un debate, crear conciencia social o explicar de una manera más amable una información que, a priori, puede no ser fácilmente entendible, sobre todo en materias relacionadas con economía, política o ciencia.
Ganar en engagement
Pese a que actualmente estos nuevos géneros periodísticos se enfocan en informar, lo cierto es que surgieron a principios de los 2000 como una forma interactiva de comentar la actualidad, es decir, dentro del ámbito de la opinión.
Fue el uruguayo Gonzalo Frasca quien acuñó el término newsgame y quien creó los primeros.
Hoy en día podemos encontrar en la red muchos newsgame sobre diferentes temáticas.
Sin embargo, García destaca dos relacionados con las fake news y la desinformación: ‘Guerra a la mentira’, creado por el Laboratorio de Televisión Española, con el que el usuario aprende las técnicas que existen para verificar las fuentes de información; y Bad News, a nivel internacional, con el que el usuario se convierte en un creador de noticias falsas y bulos mediante las que va ganando más y más influencia en forma de seguidores.
Se trata, sin duda, de géneros periodísticos novedosos, que presentan la información de modo diferente y que pueden ser muy útiles para crear relaciones estrechas con la audiencia, ganar en engagement, para atraer lectores y para lograr el consumo de ciertas informaciones sobre contenidos complejos.
El truco y el desafío para triunfar con ellos, como se está viendo desde hace ya unos años, es colocar al usuario en el centro y mostrarle un contenido interactivo que le resulte verdaderamente útil e interesante.