Todos hemos soñado alguna vez con la posibilidad de teletransportarnos para ahorrarnos la vuelta a casa desde el trabajo o, yendo más allá, para adentrarnos en mundos desconocidos o pasados.

Esto sigue sin ser posible pero en cierto grado es lo que plantea el metaverso.

En este post vamos a intentar explicar qué es exactamente el metaverso del que todo el mundo habla desde que Mark Zuckerberg soltara la bomba y haya decidido cambiar el nombre de la red social Facebook por Meta.

El metaverso es un mundo virtual, paralelo al real, al que podremos acceder mediante gafas de realidad virtual y otros complementos como sensores de movimiento que harán posible el teletransporte soñado a mundos muy parecidos a la realidad sin movernos del sillón de casa.

Se tratará de crear nuestro avatar, una figura de nosotros mismos en tres dimensiones, que sea el que se mueva, hable o camine por nosotros en esos mundos virtuales en los que también podrán estar nuestros amigos, familiares o incluso compañeros de trabajo con los que reunirse.

Este nuevo concepto de realidad aumentada lo que va a buscar es el máximo posible de autenticidad con lo que tratará incluso de poder captar nuestras expresiones y gestos para que nuestro avatar sea lo más parecido a nosotros y cuando se relacione haya una verdadera conexión, casi humana, con el resto de avatares.

La idea aún es incipiente.

Zuckerberg habló de ponerlo en marcha en cinco años y para ello ya está desarrollando un software llamado Horizon.

Pero todavía no están creados esos mundos virtuales necesarios ni las tecnologías apropiadas y asequibles para todos los bolsillos con las que lograr este salto.

Sea como sea su desarrollo lo cierto es que Facebook ha iniciado el camino a recorrer con esta idea y muchas otras empresas ya están también pensando en apostar por ello.

En cuestiones prácticas podría suponer una revolución para las empresas que apuestan por el teletrabajo.

Las reuniones podrían hacerse en esos espacios virtuales que ahora suplimos con otras herramientas de conectividad como el WhatsApp, Teams o Zoom.

Los conciertos, los simposios, las ruedas de prensa… En definitiva, cualquier evento multitudinario podrían darse en salas virtuales en las que la asistencia no suponga la compra de un billete de avión o tren más la reserva de hotel para poder asistir ‘físicamente’ ya que, en lugar de mirar a través de las pantallas el objetivo es estar dentro de ellas.

Pero ¿qué va a pasar con el periodismo?

¿Cómo influirá en los periodistas estas nuevas tecnologías?

Todavía está por ver cómo los medios de comunicación podrán aprovechar todo este nuevo mundo virtual que se preparara para ser lanzado pero lo que es evidente es que puede suponer una revolución.

Siendo el cuarto poder no es de extrañar que los medios de comunicación jueguen papeles importantes dentro de ese nuevo mundo.

Las agencias de comunicación y los medios más grandes tendrán que tener sus oficinas virtuales en él y es posible que haya periodistas destinados exclusivamente a contar noticias sobre lo que pasa en ese futuro mundo paralelo al real, tanto dentro de él como fuera de él.

Por otra parte, el acceso a los recursos documentales como vídeos, audios, etc. podrá realizarse de forma más automática dentro de estos mundos virtuales puesto que todo podrá ser captado ya desde un entorno digital.

Se trata, por tanto, de un concepto interesante, con mucha proyección de futuro y lleno de posibilidades de negocio para todo tipo de empresas, incluidas las de información de noticias.

Sólo cabe esperar para ver si realmente se produce.

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